Mensajero �.
El t�o estaba temblando.
No dejo de arrastrarse sin dejar de mirarme hasta que su espalda se encontr�
con la pared.
Mientras manten�a el brazo firme con el arma apunt�ndole, iba avanzando con pasos lentos hacia �l.
- �Qui�n� qui�n eres? �dijo el
t�o con las palabras entrecortadas a causa del miedo-
En ese mismo instante, me sali� una media sonrisa. Pero al recordar realmente quien era,
esa media sonrisa desapareci�.
- Se ha acabado tu juego, imb�cil �dije-.
- �Eh! �Alto! �exclam� el t�o- �Si vienes a por el dinero que le debo a Polanski,
dile que ma�ana mismo se lo dar� sin falta!
�Otra vez la misma mierda�, pens�.
- No he venido a por tu dinero �dije-.
Supongo que al o�r eso, el t�o sinti� un poco de sensaci�n de
alivio. Tras mis palabras lo que hizo fue levantar los
brazos.
- Vale� �En serio? �pregunt� el t�o- Entonces baja el arma y
hablaremos�
- S�, claro� -dije-
Apret� el gatillo, y pude ver como de una de sus rodillas saltaron esquirlas
del hueso mezcladas con sangre. Obviamente, el t�o empez� a gritar.
- �Maldito hijo de puta...! �exclam� el t�o- ��Qu� est�s haciendo?!
- Asegurarme de que no escapas
�dije mientras me acercaba lentamente-.
El t�o se retorc�a. No dejaba de tocarse la
rodilla mientras intentaba aguantar el dolor de alguna manera. Yo hab�a
recibido muchas balas durante mi existencia, y aunque no pod�an matarme, sab�a
lo que pod�an llegar a doler�
Me puse de cuclillas ante
�l y le mir� fijamente a los ojos mientras pod�a sentir el terror que su
coraz�n albergaba en �ste instante.
- Si no tuvieses esa pistola no ser�as tan duro� -dijo el t�o medio ahogado-
Mir� la pistola y seguidamente mir� al t�o. Me encog� de hombros.
- Si te soy sincero� s�lo la llevo para evitar mancharme tanto en mi trabajo. Pero contigo voy a
hacer una excepci�n por ser un bocazas �dije mientras tiraba la pistola hacia
la otra punta de la habitaci�n-.
Empec� a notar como los m�sculos de mi brazo derecho comenzaban a bombear sangre ardiente, y seguidamente las u�as de
mis dedos se volvieron afiladas como cuchillas.
El t�o se me� en los pantalones y parec�a que el
dolor ya no le importaba, ya que estaba m�s pendiente de mi brazo derecho que
de su rodilla.
- �Pero qu� cojones eres�? �pregunt� el t�o totalmente asustado-
Emit� un suspiro tras su pregunta.
Y me dispuse a darle unos segundos mas de vida
con una de mis est�pidas charlas moralistas.
- Sabes� Ayer muri� un hombre de mediana edad a causa de C�ncer. Ese hombre quer�a a su familia y
siempre hab�a sido un buen trabajador.
No le importaba ayudar a los dem�s y si pod�a, lo hac�a. Pagaba todas sus facturas, y adem�s con dinero
blanco, que ya es decir. �dije antes de tomar aliento- A mi parecer, su muerte
fue injusta.
- �Qu� quieres decir? �pregunt� el t�o-
- En cambio t� �dije mientras le se�alaba-, dices ser un abogado que se gana bien su sueldo.
Pero no es as�. Te aprovechas de las personas que cubres en tus casos
sac�ndoles una gran suma de dinero por un caso que es muy posible que no
ganen, es m�s, si tienen la suerte de ganarlo, intentas robarle toda la suma
de dinero que puedas.
- �Eso lo hacen todos los abogados! �exclam� el
t�o-
- Es muy probable �dije-. Pero t� adem�s traficas con drogas que
posiblemente perjudiquen a la vida interna de muchas familias que no tienen la
culpa de que tu desees satisfacer tu avaricia con m�s dinero y encima
ilegal.
- ��C�mo sabes todo eso maldito hijo de puta?! �pregunt� el t�o-
Comenc� a re�rme levemente.
- Ayer hubo una muerte injusta
�dije-. Hoy, habr� una de justa.
- �No! �No me mates! �exclam� el t�o
mientras temblaba- �Tengo una mujer y dos hijos!
- No te preocupes� -dije
con suma tranquilidad- Tu mujer ha recibido hoy fotos de c�mo la enga�abas con
putas baratas de los barrios bajos. As� que dudo mucho de que te vaya a echar
de menos.
�No�! �exclam� el t�o-
Su cabeza rod� por el suelo tras un corte limpio de mis garras y yo hab�a vuelto a mancharme. Tras un leve
suspiro, me levant� y recog� la pistola para guardarla en mi chaqueta�
Sal� a la calle� y as� comenz� mi jornada laboral de esa noche.
�Qu� qui�n soy?
Realmente el tiempo juega en mi contra.
Cada d�a que pasa recuerdo menos de donde vengo y que era antes de entrar en el
Infierno. Pero tengo leves recuerdos.
Yo fui un �ngel, un mensajero de Dios, un mensajero del Se�or.
Hasta que mis ideas dejaron de ser las mismas que
las del Se�or y �ste me conden� al infierno como un ��ngel Ca�do�.
�Por qu�? Pues porque yo pensaba que el peso de la justicia ten�a que recaer sobre
aquellos que manchaban esta tierra de impurezas. Pero el Se�or siempre dec�a que encontraba perd�n para todos. Y yo� no lo creo as�
Mis alas se quemaron en el infierno. Pero ah� alguien me recibi� con los brazos abiertos. Y aunque sus
ideas no sean las mismas que las m�as, por lo menos me dio la opci�n de hacer
la justicia a mi manera y castigar a los que se lo merecen bajo el disfraz
aparente de un humano cualquiera.
Me convert� en un mensajero del Diablo, en un mensajero de la Muerte�
�Qu� como me llamo?
No lo recuerdo�
Algunos me llaman� el �Sin Nombre�, �Sin� o �Sinno�.
�Qu� m�s da�? Lo importante es que en estos tiempos que corren� nunca
me faltar� trabajo�

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